domingo, agosto 25

Ella.

Nunca nadie supo la cantidad de veces que ella se encerró para poder llorar en paz. Nunca dejó que se sepa, no podía mostrarse débil porque eso haría que la lastimen, más. Ella debía vivir constantemente a la defensiva, recurriendo a comentarios sarcásticos como respuesta a criticas de gente estúpida, no podía abandonar su aspecto de frialdad, su falsa coraza. Así, y solamente así, creía que podía evitar ser herida, de nuevo.

Se equivocó.


Como se equivoca siempre.

miércoles, agosto 14

Renacimiento.

La enfermedad generada por la desilusión. El sentirse mal estando solo, pero aturdido al estar rodeado de muchas personas. El amor por el frío, y por el calor. El miedo a la oscuridad, la molestia que genera la luz. La no-necesidad de comer, el hambre por la madrugada. El no sonreír, el necesitar hacerlo. El ser fría, y querer calor... miles y miles de sensaciones extrañas que pasan por mi mente. Confusión. Mareos. Gustos no definidos. Renacimiento.
Claramente no soy la persona que era cuatro años atrás, ni por fuera, ni por dentro. No soy esa chica que se sentía excluida, invisible, gorda y poco interesante. Soy alguien que se siente, hoy, todo lo contrario, ¿y está mal? Cambié yo, cambió la forma que tenía la gente de verme, cambió mi autoestima, que a pesar de que sigue siendo bajo, lastima menos. Sigo siendo fría pero me estoy derritiendo poco a poco. Río más, ayudo más, lastimo menos, no odio tanto. Soy yo pero a la vez alguien distinto... Soy yo en mi mejor momento. A semanas de Bariloche, en el mejor año de mi vida, con amigas a las que amo y me gusta ver bien (espero sea mutuo), con una familia que a pesar de los golpes bajos me quiere ver crecer, me quiere entera y desean -aun más que yo- que me convierta en una profesional, en lo que sea que haga.
Me tropiezo, caigo, me levanto y sigo... porque la vida es una sola y yo quiero vivirla. Porque solamente hay una "yo" y quiero convertirla en la mejor de su rubro. Porque no vine a este mundo a pasar desapercibida, porque estoy para mucho más, porque aspiro alto. Porque todavía me quedan fuerzas para soñar.

"No se piensa en el verano cuando cae la nieve" tal cual como dice la frase, así me sentí, en el momento más frío de mi vida nunca me vi así, nunca me imaginé llegar a estar así de bien, nunca me imaginé tal plena, con mis malhumores de siempre pero sigo entera, firme. Todo lo vivido me trajo hasta acá. No me arrepiento de nada.