miércoles, mayo 22

No se confundan, lo que escribo no demuestra un 100 % de lo que soy, hay cosas de mí que no entiendo y ni siquiera puedo traducir con palabras, tienen que convivir un poco conmigo para conocerme. Yo también desconozco algunas características mías, no me veo como lo hacen los demás, es cuestión de contemplar, observar y analizar. Mi blog es una ayuda, un mini folleto de lo que es mi vida, más bien... de lo que siento, y así se puede ir armando mi historia, pero no es mi libro de vida, no soy yo en totalidad, son pequeños fragmentos que al leerlos hacen creer a los lectores que me conocen de verdad. No soy tan idiota, no voy a desnudarme (en alma) por una red social.

Anacronismo autoritario

No perdí lo que nunca tuve, pero lo sentí tan mío...
La equívoca sensación de pertenencia, ese falso e inexistente autoritarismo, la persistencia en algo que nunca obtendremos, el anacronismo sentimental con alguien... todo eso conduce a que las cosas se desvanezcan, a que nuestros sueños se evaporen, a que nuestras esperanzas se alejen de nosotros como quien se cansó de nuestra histeria.
Y todo esto me remite a vos, a la poca insistencia que empeñaste en recuperarme o... en tenerme alguna vez, a la falta de interés, de cordura, de compasión, a la escasez de brillo en tus ojos al verme en ocasiones y a la inmensa luminosidad que irradiabas al tenerme cerca en otros momentos.
Estás más loco que yo, estás más confundido, más desorientado e incomprendido que yo.



Pero te amo.

martes, mayo 21

Orgullo y vos.

Te necesité tanto mientras no estuviste que me acostumbré a estar sin vos, a tus idas y vueltas, a tus sí pero no, a tu inconstancia (hoy te quiero, pero mañana no sé), a tu inmadurez, a tu malhumor, a tu numerosa lista de mujeres a las que querés pero no lo suficiente... me acostumbré a que estés y no estés a la vez. ¿Y lo peor? me encanta. Es enfermizo pero no deja de ser sincero, ¿por qué no me ignorás? ¿por qué siempre volvés? si no me querés totalmente... ¿por qué no me alejás del todo? ¿qué te hace quedarte? ¿qué... tengo? No lo sé, pero sí sé lo que no tengo, a vos, a tu interés, a lo poco que me quedaba de dignidad antes de decir esto, a mi antigua yo. Orgullo, eso me falta, y vos.

No estás solo.

¿Y por qué ese afán por sentirte tan mal? no tenés problemas reales, pero tus pensamientos te resultan sumamente verosímiles. Si seguís vivo es porque sabés que hay gente que está peor, o quizá seguís vivo porque no tenés las agallas suficientes como para dejar de estarlo, o tal vez seguís vivo porque, al igual que yo, no sos un ser tan egoísta e hijo de puta como para destruir así a tu familia, aunque ellos digan que sin vos estarían mejor, sabés que no, y si en realidad lo prefieren... te quedás por ser tan forros, ¿me escuchaste? Me importa una mierda si nunca estuviste peor, no me interesa, tampoco me importa demasiado que tengas ganas de estar muerto, vas a seguir adelante para el odio de todos, vas a superar ese pozo con el motivo de no hacerlos felices, si te vas te van a querer personas que ni te registraban, para llamar la atención diciendo que son amigos de un muerto (sí, la gente es así) ASÍ QUE TE QUEDÁS, te quedás conmigo, burlándonos de tus enemigos, de los míos no, de eso me encargo yo. Y no, esto no es para nadie y para todos a la vez, se quedan, todos aquellos que no quieren ser moldeados por la sociedad, todos los que leen este pedacito de mierda que le sumo a mi blog, todos y cada uno de ellos, se quedan, conmigo. No están solos.

viernes, mayo 17


Golpe despertador.

La realidad es que en algunas ocasiones, como ayer, a mi cuerpo se le da por golpearme y hacer que abra los ojos, que por fin me de cuenta de que no soy invencible, de que mi organismo no es inmune a nada, que no va a soportar cualquier cosa que a mí se me ocurra hacer. Despertarme. No soy superior a lo normal, no soy indestructible, tengo que comer, y hacerlo bien, tengo que cuidarme, por más que no sienta ganas desmedidas de vivir, sé que no me gustaría dejar de hacerlo sin querer. Sé que odiaría hacerle mal a alguien, asustar y preocupar a los demás como pasó ayer, no lo merecen, no por mi culpa.

lunes, mayo 13

¿Qué cosas me gustan?

Esta vez no busco expresar lo que siento, ni anhelo hacerme entender, ahora, por primera vez, busco entenderme a mí misma, conocerme. Quiero saber qué cosas me gustan, cosas simples. Mi mamá me pregunto hoy (tras decirle, "no me gusta esto, esto tampoco, esto menos, y esto no...") "¿Y A VOS QUÉ TE GUSTA?" y, teniendo en cuenta que yo desgloso todo lo que dice la gente para buscarle hasta un séptimo significado, me puse a pensar... "¿No me gusta nada? ¡¿qué dice esta mujer?! ESTÁ LOCA! muchas cosas me gustan, por ejemplo... bueno... em..." Y ahí me quedé, no logro entender como no me tomé el tiempo de hacer esto, supongo que mi negativismo me hace creer que nada me conmueve hasta la raíz realmente, así que me cansé, me harté y dije "voy a escribir sobre lo que me gusta, las pequeñas cosas que hacen que la vida tengas micromomentos placenteros"
Debería estar estudiando para Filosofía pero la verdad que esto me parece más importante. Voy a empezar, aunque no quiera, aunque me de paja...

Cosas que me gustan:
1. Los ojos. De cualquier color, sean de la persona que sean, me pasaría horas mirándole los ojos a alguien de cerca, si esa persona no se sentiría incómoda y me golpeara, claro.
2. El sonido de los autos corriendo.
3. Tomar gaseosa helada y sentir como el líquido viaja desde mi boca, recorre mi garganta y llega a mi estómago (la sensación es mejor con el estómago vacío)
4. Las plumas de colores, tengo una especie de fascinación enfermiza por ellas.
5. Mi cliché: los atrapasueños.
6. Jugar al volley y al tennis. PUNTO.
7. Ducharme apenas vuelvo del gimnasio para relajar los "músculos", sentarme en la ducha, poner la cabeza para abajo y dejar que el agua caliente me caiga de lleno en la nuca y la espalda, podría morir así y sería feliz. (Sin ir al gimnasio también lo hago)
8. Leer.
9. Leer a Charles Bukowski.
10. La intriga de hablar con desconocidos por ask, me encanta que finjan que les importo, me gusta vivir esa fantasía idiota de hablar con alguien sin hacerlo realmente.
11. Buscarle un sentido a todo. A las cosas que me dicen, a lo que no me dicen, a las canciones, a los poemas, a las acciones de la gente, a los trastornos, al subconsciente, a todo, soy insoportablemente curiosa en ese aspecto.
12. Películas de terror, el trauma que generan.
13. Consiguiente del 12: Asustarme. Me encanta, es una emoción más, aunque la gente la evite.
14. En esta ya se me ocurrió "Verlo sonreír" PERO NO, estoy hablando de mí. Autocontrol.
15. Jugo de naranja.
16. Que me hablen primero al chat. Simple pero entretiene y demuestra un poco de interés.
17. La voz de Eminem como método de relajamiento.
18. Defender lo que creo correcto.
19. Ver crecer a mis primas.
20. Mi panza.
21. Mi cuello.
22. Mi piel.
23. Ver películas mientras tomo Coca-Cola. Sola. En invierno tapada hasta la nuca. En verano con el aire en mínimo, también tapada. Lo prefiero antes que salir con alguien, con quien sea.
24. El color violeta.
25. Los billetes.
26. Olor a libro nuevo.
27. El número 27.
28. Olor a libro viejo.
29. Pasear en el auto mientras escucho la radio. Cantar mientras tanto.
30. Que halaguen mi cuerpo, (a quién no) pero a mí no me incomoda que hablen sobre mi culo, por decir algo.
31. Las mascotas. Odio los animales de granja. Y los ganzos me dan fobia. Pero amo a los perros y a los gatos más que a mi propia vida.
32. El olor a cachorro.
33. El ronroneo de los gatos.
34. En las noches aburridas de verano sentarme afuera a mirar las estrellas. Poner la mente en blanco y relajarme, simplemente, estar un rato así, cerrar los ojos, estar en mi mundo.
35. La brisa.
36. La playa a partir de las 7 de la tarde.
37. Me hace sentir bastante especial que me hagan regalos, pero que no lo hagan porque se ven obligados a hacerlo, tipo en mi cumpleaños, sino que les nazca, que vean algo y digan "esto le va a gustar" y me lo den, en cualquier fecha.
38. Los números impares.
39.La cara de Marilyn. Con esto me refiero a... sus rasgos, sus ojos, su boca, su sonrisa, su nariz, su lunar, sus cejas.
40. Dar vuelta la almohada en verano y dormir con la parte fría.
41. Dormir hecha bolita teniendo una cama de dos plazas.
42. Acariciar perros. Lo harán muchos pero yo me siento bien al hacerlo.
43. El ruido de las ruedas del skate sobre el cemento.
44. El silencio.
45. El ruido del camión de bomberos/ambulancia/policía, ciudad desenfrenada, gente, autos, especialmente en el centro, microcentro. Así no me siento tan sola.
46. Sacar fotos a las cosas, nunca las subo ni nada, pero me gusta hacerlo.
47. Editar fotos, no seré buena, menos la mejor, ni uso el photoshop, pero juro que me entretiene más que nada en el mundo. Además me corresponde porque en las salidas con amigas siempre soy quien lleva la cámara.
48. Ir al cine. Amor infinito por eso.
49. Que me toquen las costillas... la cintura, la espalda, el cuello.
50. Rápidos y furiosos, todas.
51. Batman, todas.
52. Los bmw y los alfa romeo, orgasmo por ellos.
53. Caricias.
54. Motos. Buenas motos. Cuando tenga fuerza y llegue sentada al piso, prometo tener una.
55. Viajar. Conocer lugares nuevos.
56. Sentir el estómago vacío.
57. Olor a vainilla. A uva y a coco.
58. La fragancia de mi perfume. (Ciel violeta)
59. Escuchar a los demás pronunciar mi nombre. Especialmente a él.
60. Tatuajes.
61. El dolor que se siente al expandirse.
62. Que me digan "eh sacate una foto conmigo" y no cobrarla, aunque debería. Bue, tenía que decir algo estúpido.
62. Los almohadones, me encanta dormir con muchos, sobre todo los que son como de peluche.
63. Estirarme apenas me despierto y quedarme en la cama mínimo 10 minutos.
64. Que me escriban cartas.
65. Despertarme y leer un inbox lindo de esa persona diciéndome todo lo que siente por mí, así porque sí.
66. Que lea esto y mañana despertarme con un inbox de ese estilo (soñaba)
67. El puré, pero sólo acompañando al churrasco, de otra forma me parece vómito.
68. Que hagan que mi cumpleaños sea un día especial sumando pequeños detalles, como cartas, firmas, carteles, regalos, abrazos, esas cosas.
69. Sacarme sangre y ver cómo se llena la jeringa.
70. Inglés (el idioma, no la materia)
71. Acento británico.
72. Abrazos imprevistos por la cintura.
73. Películas que involucren loqueros o gente demente.
74. Mi película favorita es "Girl, Interrupted". Hablando de eso.
75. Frutillas.
76. Hacer reír a la gente.
77. Vidrios empañados.
78. El morrón pero sólo como relleno de aceitunas.
79. La forma de ser de mi primita más chica, Alma. Las actitudes mías que tiene.
80. Sentirme especial para alguien (nunca me pasa, pero cuando me siento así... no hay quien me baje)
81. La filosofía de Dr. House
82. Decir cosas en inglés por chat, comentarios, o frases. (No es de pelotuda, veo muchas películas)
83. Cantar, aaaaaapa, esa no la sabían *canto feo*
84. Las zapatillas, por dios, si tuviera así mucha plata invertiría 3/4 en zapas.
85. Ir a Puerto Madero.
86. Las clavículas.
87. Adtr (no me diiiiiiiiiiigas)
88. El burger king, sí, lo prefiero antes que el Mc.
89. Me atraen pibes más chicos pero NUNCA estuve con alguien más chico que yo.
90. Coca congelada.
91. Papas McCain
92. El anochecer.
93. Las sorpresas. Que me vengan a ver por sorpresa, que me escriban algo, que me regalen algo, QUE SE YO, ALGO LINDO.
94. Mis nike nuevas, no digo el modelo así no me las queman, putitos.
95. Las sonrisas. Lo primero que le veo a un flaco es eso.
96. Que me abracen de la nada y me digan "te quiero/te amo"
97. Ver películas subtituladas, ODIO MUCHO LOS DOBLAJES.
98. Besos en el cuello, en la espalda.
99. Los días nublados, la gente cuando hay sol dice "es un día re lindo" Para mí, todo lo contrario.
100. Me gustaría tener un mural con fotos en mi pieza.
101. De más está decir que Jackass me sigue haciendo feliz.
102. Que me regalen cualquier cosa relacionada con Jackass, Adtr, y Marilyn.

Seguiré esto a medida que me guste algo en el día.



viernes, mayo 10

                                                          no me arrepiento de nada

martes, mayo 7

Ojalá pudieran.

"Definitivamente necesitás ir al psicólogo, o suicidarte, no se puede ser tan enfermo como vos, no podés ser así, anoréxica, depresiva y encima una loca (de las malas) que se cree indestructible, ojalá que te mueras" Una simple y trágica pregunta en ask que nunca supe contestar, ¿qué iba a decirle? si hasta yo misma considero que debería estar muerta a veces, que mi ausencia no le afectaría a nadie, que quizá si fuera más flaca X persona me querría más, ¿cómo iba a contestar esa pregunta? ¿con un suicidio prominente y una carta que le aclare "en parte fue culpa tuya"? ¿Por qué tanto anhelo por verme muerta? ¿por qué tanto deseo de desintegrarme? Ojalá pudieran. A la mierda con lo que piensen de mí. A la mierda con lo que quieran que me pase. A la mierda con sus críticas destructivas, con su afán de insultar, con su anhelo de disfrutar al ver mi tumba. A la mierda con todos ustedes. Soy más fuerte que una pregunta, que una enfermedad, que una tristeza. Soy más fuerte que mis ganas de estar muerta.
Comentarios de ese estilo ya no me afectan, ni hoy, ni en mi más profunda depresión. Y mucho menos ahora, en mi resurrección. Construí muros a mi alrededor que nunca van a lograr derribar, tengo una coraza, las palabras ya no pueden dañarme.
Sin embargo nunca supe contestar esa pregunta...

lunes, mayo 6

¡¿A mí?!

Supongamos que te pasó como a mí, sí, a vos que me estás leyendo, supongamos que la ausencia de una persona te afectó desmedidamente, que cuando creíste haberlo superado esa persona vuelve ¿cómo te sentirías?, ¿cómo debería sentirme yo?
Toda esta situación es una mezcla confusa de pensamientos fatalistas (tales como: "si ya me lo hizo una vez, va a volver a pasar", "no servimos para estar juntos", "no me valoró, y yo que lo cuidé tanto", "está bien, yo tampoco me elegiría"...) y una alegría extraña que no llega a ser felicidad extrema, sino que es una sensación más semejante al bienestar. Esa persona a la que tanto extrañaste, necesitaste y quisiste (querés) (bueno, amás) (está bien, amo), volvió, a vos, a tus histerias, a tu malgenio, a tus melancolías nocturnas, a tus domingos por la tarde donde nunca podés más, a tu pelo suelto, largo y sin peinar, a tus ganas de no comer, a tu odio por tus cumpleaños, a tus abrazos, a las contradicciones que representás, a tus inexplicables cambios de humor, a tu conciencia, a tu desconcierto a fin de mes, a tu amor por el violeta, a tu caída, a tu llegada y a tu huida inevitable. Sí, si lo pongo así correrían a sus brazos, ¿cierto? así me siento, así me defino. Pero... si me quiso tanto ¿por qué se fue? ¿por qué me dejó tan sola, tan vulnerable, susceptible, carente de afecto, de abrazos, de besos, de un poco de compasión sincera?
No, no estoy obsesionada, solamente cuido a alguien con la pureza de una adolescente sintiéndose correspondida, y no es uno de esos amores fallutos, no, hablo del amor que te lleva a entregar todo -hasta tu propia vida- por verlo sonreír.

domingo, mayo 5

Siempre volvemos y juramos nunca más irnos. Nos vamos. Regresamos, pero siempre un ratito, nunca lo suficiente como para creerlo eterno.

sábado, mayo 4

Mi resurrección.

"Los cuerpos esqueléticos ya no me parecen atractivos" ¿a quién quise engañar escribiendo eso? me encantan, me siguen encantando, pero me gustan desnudos, la ropa les queda excesivamente mal, la ropa me queda excesivamente mal. Y sin embargo, algo en mí los ama tanto que quiere seguir siendo parte de ellos, mientras yo estoy en pleno cambio, en pleno rescate de mí misma, en pleno renacimiento. Resucitenme.

Quereme doble o no me quieras.

Es la escena que se repite en cada una de mis salidas: La estoy pasando bien, bueno, quizá no tanto, pero simplemente estoy ahí, a gusto, riéndome con alguien, hablando, lo que sea. De repente, me cambia la cara. Me quiero ir, ¿para qué vine? me estoy aburriendo, quiero estar en mi casa, en mi cama, leyendo o mirando una película, SOLA. Cuando termino, por fin, de pensar en todo eso, se me pasa, vuelvo a cambiar la cara, vuelvo a hablar, vuelvo al mundo de interacción social en el que quiero a la gente, o finjo hacerlo. Es un breve lapso de tiempo en el que dejo de ser yo misma... o... empiezo a ser yo realmente, ¿quién sabe? lo único que sé es que esas dos personalidades completamente opuestas están dentro de mí, no puedo hacer nada para controlarlas, nada para decidir cuando quiero ser cada una de ellas, nada para frenarlas, nada para dejar de ser esa persona tan odiosa a la que en ese momento todos desearían tener a kilómetros de distancia y comunicarse con ella (conmigo) sólo mediante una linda postal que compraron en el kiosco de la esquina, no puedo hacer nada, en absoluto.
No sé si esta doble forma de ser será más fuerte que yo, pero es más fuerte que mi fuerza para combatirla. De algo estoy segura, lastimo, desespero, confundo y canso a mi entorno. Merezco estar sola. Quizá quiera. Quizá pido a gritos ayuda. Quizá busco cambiar. Quizá a nadie le importe, no, acá no va un "quizá", lo afirmo: a nadie le importa.


jueves, mayo 2

Espectros del pasado.

 No tengo apetito. Me dedico a comer un par de bocados en casa o a decir que ya comí afuera, solamente para conformar a mis papás, o a mis amigos. No quiero comer. No quiero preocuparlos. Mil veces les dije que no era normal que no sienta necesidad de alimentarme nunca, mil veces me ignoraron. "No tengo hambre, como porque tengo que comer, si fuera por mí no lo haría" esa frase salía y sale de mi boca a diario. Supongo que mis semanas enteras del pasado sin ingerir nada dañaron en forma excesiva a mi organismo. Quería sentirme bien, quería verme bien. Ahora mi concepto de belleza cambió, los cuerpos esqueléticos ya no me parecen atractivos y no puedo cambiar, no puedo dejar de serlo. La comida me da asco, no soporto sentir el estómago lleno, no soporto, a la vez, estar tan flaca, no soporto el dolor que me genera dormir y sentir mis costillas pinchándome por culpa del colchón, no soporto no poder hacer nada al respecto. Odio sentirme desmedidamente flaca, pero odiaría más verme gorda. No hay forma de conformarme. Tengo que comer más. Tengo que comer. Tengo que... superarme.

miércoles, mayo 1

Y es esta forma de ser la que me está haciendo mierda, la que me destruye, la que me colapsa, la que me consume.
Ya no aguanto.
Ya no quiero. No me quiero.
Me es imperdonable hacerte tanto mal, pero no puedo dejar de ser lo que soy: dos personas que se turnan para expresarse en un mismo cuerpo.

Frágil.

Todas las experiencias por las que transité a lo largo de mi vida (corta pero intranquila) lograron hacerme (mostrarme) fuerte, aún así... soy tan frágil, frágil como nadie puede ver, frágil hasta llegar al punto en el que estoy al borde de quebrarme constantemente, tan frágil como capaz de romperme en un grito, en una discusión, en un insulto. Así y todo, soy extremadamente transparente, mis emociones están cubiertas por cristal, es tan simple verlas, notarlas, sentirlas. No encontraba lógica. No entendía cómo me veían (ven) tan resistente, tan irrompible. No encontraba un por qué. Hasta este año. Por fin descifré el por qué de su desconocimiento, ¿cual es? su indiferencia, les es, a todos ustedes, completamente indiferente mi estado de ánimo, anularon por completo su interés por conocerme, entenderme, padecerme; y no sólo a mí, ya nadie busca conocer a nadie, se conforman con lo que ven, y yo me muestro de piedra, una piedra de cerámica que parece indestructible pero al primer golpe se quiebra, se corrompe, se deshace. Yo rompo en mente, sí, no se ve lo que se piensa y en mi cerebro estoy destruida, es un caos, soy un caos, si alguno de ustedes lo viera, si estuviera dentro mío, al menos por cinco minutos, colapsaría. Desconozco el origen de mi desequilibrio mental-sentimental, ¿cómo una persona puede cambiar tan drásticamente de parecer y de sentir de un momento al otro? ¿por qué los que me analizan afirman que es normal porque estoy adoleciendo? ¿en qué parte de mi vida va a cambiar repentinamente este comportamiento si está tan impregnado a mí, a mi esencia, a mi alma? No va a pasar, y al igual que con muchos otros trastornos, sólo se aprende a vivir (convivir) con ellos. A mí me es fácil, aún así... dudo que lo sea para mi entorno. Yo no me soportaría, no me entendería, no persistiría a mi lado. Y así es, ni siquiera yo me soporto. Ni me entiendo. Ni persisto.
No, no estoy loca, no creo estarlo ni quiero hacerlo creer, soy una persona normal, con pensamientos infelices.