jueves, mayo 2

Espectros del pasado.

 No tengo apetito. Me dedico a comer un par de bocados en casa o a decir que ya comí afuera, solamente para conformar a mis papás, o a mis amigos. No quiero comer. No quiero preocuparlos. Mil veces les dije que no era normal que no sienta necesidad de alimentarme nunca, mil veces me ignoraron. "No tengo hambre, como porque tengo que comer, si fuera por mí no lo haría" esa frase salía y sale de mi boca a diario. Supongo que mis semanas enteras del pasado sin ingerir nada dañaron en forma excesiva a mi organismo. Quería sentirme bien, quería verme bien. Ahora mi concepto de belleza cambió, los cuerpos esqueléticos ya no me parecen atractivos y no puedo cambiar, no puedo dejar de serlo. La comida me da asco, no soporto sentir el estómago lleno, no soporto, a la vez, estar tan flaca, no soporto el dolor que me genera dormir y sentir mis costillas pinchándome por culpa del colchón, no soporto no poder hacer nada al respecto. Odio sentirme desmedidamente flaca, pero odiaría más verme gorda. No hay forma de conformarme. Tengo que comer más. Tengo que comer. Tengo que... superarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario