Toda esta situación es una mezcla confusa de pensamientos fatalistas (tales como: "si ya me lo hizo una vez, va a volver a pasar", "no servimos para estar juntos", "no me valoró, y yo que lo cuidé tanto", "está bien, yo tampoco me elegiría"...) y una alegría extraña que no llega a ser felicidad extrema, sino que es una sensación más semejante al bienestar. Esa persona a la que tanto extrañaste, necesitaste y quisiste (querés) (bueno, amás) (está bien, amo), volvió, a vos, a tus histerias, a tu malgenio, a tus melancolías nocturnas, a tus domingos por la tarde donde nunca podés más, a tu pelo suelto, largo y sin peinar, a tus ganas de no comer, a tu odio por tus cumpleaños, a tus abrazos, a las contradicciones que representás, a tus inexplicables cambios de humor, a tu conciencia, a tu desconcierto a fin de mes, a tu amor por el violeta, a tu caída, a tu llegada y a tu huida inevitable. Sí, si lo pongo así correrían a sus brazos, ¿cierto? así me siento, así me defino. Pero... si me quiso tanto ¿por qué se fue? ¿por qué me dejó tan sola, tan vulnerable, susceptible, carente de afecto, de abrazos, de besos, de un poco de compasión sincera?
Este es un espacio en donde me otorgo la libertad de ser yo misma. De expresar absolutamente todo lo que siento, pienso y analizo de manera directa. Sin censura, sin esperar nada a cambio, sólo escribir. Compartir mis letras, sentir que en alguna parte alguien está leyéndome, y tal vez, sólo tal vez, logre hacer que no se sienta tan solo. Aunque yo sí lo haga.
lunes, mayo 6
¡¿A mí?!
Supongamos que te pasó como a mí, sí, a vos que me estás leyendo, supongamos que la ausencia de una persona te afectó desmedidamente, que cuando creíste haberlo superado esa persona vuelve ¿cómo te sentirías?, ¿cómo debería sentirme yo?
Toda esta situación es una mezcla confusa de pensamientos fatalistas (tales como: "si ya me lo hizo una vez, va a volver a pasar", "no servimos para estar juntos", "no me valoró, y yo que lo cuidé tanto", "está bien, yo tampoco me elegiría"...) y una alegría extraña que no llega a ser felicidad extrema, sino que es una sensación más semejante al bienestar. Esa persona a la que tanto extrañaste, necesitaste y quisiste (querés) (bueno, amás) (está bien, amo), volvió, a vos, a tus histerias, a tu malgenio, a tus melancolías nocturnas, a tus domingos por la tarde donde nunca podés más, a tu pelo suelto, largo y sin peinar, a tus ganas de no comer, a tu odio por tus cumpleaños, a tus abrazos, a las contradicciones que representás, a tus inexplicables cambios de humor, a tu conciencia, a tu desconcierto a fin de mes, a tu amor por el violeta, a tu caída, a tu llegada y a tu huida inevitable. Sí, si lo pongo así correrían a sus brazos, ¿cierto? así me siento, así me defino. Pero... si me quiso tanto ¿por qué se fue? ¿por qué me dejó tan sola, tan vulnerable, susceptible, carente de afecto, de abrazos, de besos, de un poco de compasión sincera?
No, no estoy obsesionada, solamente cuido a alguien con la pureza de una adolescente sintiéndose correspondida, y no es uno de esos amores fallutos, no, hablo del amor que te lleva a entregar todo -hasta tu propia vida- por verlo sonreír.
Toda esta situación es una mezcla confusa de pensamientos fatalistas (tales como: "si ya me lo hizo una vez, va a volver a pasar", "no servimos para estar juntos", "no me valoró, y yo que lo cuidé tanto", "está bien, yo tampoco me elegiría"...) y una alegría extraña que no llega a ser felicidad extrema, sino que es una sensación más semejante al bienestar. Esa persona a la que tanto extrañaste, necesitaste y quisiste (querés) (bueno, amás) (está bien, amo), volvió, a vos, a tus histerias, a tu malgenio, a tus melancolías nocturnas, a tus domingos por la tarde donde nunca podés más, a tu pelo suelto, largo y sin peinar, a tus ganas de no comer, a tu odio por tus cumpleaños, a tus abrazos, a las contradicciones que representás, a tus inexplicables cambios de humor, a tu conciencia, a tu desconcierto a fin de mes, a tu amor por el violeta, a tu caída, a tu llegada y a tu huida inevitable. Sí, si lo pongo así correrían a sus brazos, ¿cierto? así me siento, así me defino. Pero... si me quiso tanto ¿por qué se fue? ¿por qué me dejó tan sola, tan vulnerable, susceptible, carente de afecto, de abrazos, de besos, de un poco de compasión sincera?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sos la mejor:3
ResponderEliminarOjalá, pero gracias♥
ResponderEliminarsos mi modelo a seguir, gracias por escribir, gracias por ser asi con nosotros, segui haciendolo, por favor no nos dejes caer
ResponderEliminar